Magnifico Chiloé – Una Visita Para Recordar
Las casas sobre pilotes en Castro, Isla de Chiloé, Chile.
Mi viaje a Chiloé en realidad comenzó en el aeropuerto de Puerto Montt el día antes de visitar Chiloé.
Allí, conocí a un señor muy amable que era taxista y me llevó a mi hotel en Puerto Varas. Durante el viaje a Puerto Varas, me ofreció llevarme a Chiloé por el día. No acepté ir en ese momento, pero después de pensarlo mucho, pensé que sería la manera perfecta de ver la isla y escuchar sobre la historia y la cultura desde la perspectiva de un local.
Me comuniqué con Guillermo a la mañana siguiente y estaba disponible para llevarme a Chiloé. Cuando Guillermo me recogió, era una mañana templada con niebla espesa. Sin embargo, la niebla no duró mucho y el clima fue perfecto para el resto del día.
La primera parada fue la terminal del ferry en Pargua. Allí, haríamos un viaje de 30 minutos en un ferry a Chacao en la isla de Chiloé.
Nuestro recorrido por Chiloé comenzó en Chacao, donde Guillermo me mostró la Iglesia San Antonio de Chacao. Compré dos pequeños recuerdos en la tienda del vecino.
La Iglesia San Antonio de Chacao.
Luego, condujo por el campo donde vimos muchas ovejas, caballos y perros corriendo por los campos. Guillermo me preguntó cómo se dice "sheep" en inglés, y lo pronunció como "shep". Cada vez que veíamos ovejas, decía: "¡Shep! ¡Shep!" Me encantó.
Hicimos una breve pausa en el pequeño pueblo de Caulin donde vimos otra antigua iglesia de madera y un cementerio. Por el camino vimos una playa con muchos flamencos.
Una iglesia de madera en Caulin.
Los flamencos!
A continuación, fuimos a un pueblo muy bonito que se llama Dalcahue. Un hecho interesante, la terminación de la palabra -hue proviene de la palabra Mapuche que significa "lugar". Todos los nombres de ciudades y lagos dentro de esta área que terminan en -hue son nombres Mapuche.
Almorzamos en Dalcahue y compramos en el mercado artesanal local. También visitamos La Iglesia Dalcahue, otra antigua iglesia de madera.
El mercado artesanal en Dalcahue.
Terminamos nuestro recorrido en la ciudad más grande de Chiloé: la ciudad de Castro. Aquí vimos las famosas casas sobre pilotes y visitamos la magnífica Iglesia de San Francisco. El olor a madera era profundo cuando entramos.
La Iglesia de San Francisco en Castro
Quizás la mejor experiencia del viaje fue pasar tiempo con mi nuevo amigo, Guillermo. Describió su hogar con tanta pasión y orgullo. ¡No olvidaré pronto mi día con Guillermo y la maravillosa isla de Chiloé!
Charity’s story about her time on the beautiful la Isla de Chiloé during our unforgettable Spanish immersion trip in Chile.